Soy mamá viajera, bueno sería al revés, primero soy viajera y luego fui mamá, pero en este caso el orden los factores no altera el producto.
A modo spoiler os diré que este post no es consejos práctico de como viajar con bebés o con niños, es mas una reflexión de una mamá viajera con mi corta experiencia de un poco mas de un año siendo mamá viajera.
Para empezar diré que como la mayoría que viajabais antes de tener familia he oido mil veces los comentarios desafortunados de tu vecina, tu tía, tu primo o lo peor tu familia mas cercana, «viaja ahora que cuando nazca fulanit@ se te acaba el cuento «y una parte de ti se lo cree porque si todo el mundo lo dice a lo mejor será verdad.
Yo reconozco que cuando oía esos comentarios me daba rabia y pensaba, yo les demostraré que eso no es verdad, pero una pequeña parte de mi decía, y ¿si tienen razón?
Pues atención en mi reflexión de hoy estoy aquí para decirte que esto es verdad y mentira a partes iguales.
Seguramente esperabais que en un blog de una mamá viajera os dijera que es falso y que los viajes no se acaban al ser padres y en nuestro caso así ha sido, al menos de momento.
En nuestro periplo de familia viajera hemos recorrido 17 países en un año con Alma, hemos viajado en coche, avión, autocaravana, ferry, metro, autobús, tranvía y hasta transbordadores.
Mi máxima en esta vida es que no hay verdades absolutas, pero lo que si que es verdad es porque se acaban los viajes tal y como los entendías antes de tener a tu bebé, lo de improvisar un viaje de hoy para mañana e irte con lo justo en el vuelo mas barato que llega al destino a horas intempestivas y a lo mejor te toque dormir en el aeropuerto mientras esperas la conexión para otro vuelo se vuelve mucho mas complicado y me atrevería a decir que casi imposible.
También es cierto que al ser madre o padre pasas a tener a una personita a tu cargo que puede que le guste o no viajar, puede que le guste o no pasar horas en coche y puede que le guste o no ir en el carro mientras recorres una ciudad durante horas.
Todo esto lo cuento para que al convertirnos en familia viajera cambiemos el prisma de como vemos las cosas y nos adaptemos a nuestra nueva situación, para no frustrarnos al no conseguir «ver o hacer» todo lo que teníamos planeado.
Así que con estas variables juegas un poco a la ruleta rusa de si se te acaban o no los viajes, pero para los que estáis pensando que este es un post pesimista, nada mas lejos de la realidad.
Mi consejo es que hagáis lo que os haga feliz y sentir bien, no todo el mundo tiene que irse a la polinesia francesa o a las antípodas para demostrar que si se puede viajar lejos con bebes (o a lo mejor si) pero que hagais lo que os haga sentir cómodos a vosotros y a vuestro/s bebe/s.
Cada familia sabe como se organiza y como es feliz para pasar el tiempo de calidad en familia así que si os hace feliz quedaros en casa y disfrutar del lugar donde vivís por que no os apetece embarcaros en la aventura de un viaje (con sus cosas buenas y malas) hacedlo, si preferís iros al apartamento de la playa de un familiar porque así tenéis todo a mano y aprovecháis para descansar, hacedlo pero, lo mas importante, si os apetece coger la mochila e iros a Bali durante 2 meses a recorrer con vuestro bebe, hacedlo también.
Hay infinidad de diferentes familias, muchas viajeras y muchas que no, para las que os guste viajar con vuestras familias os doy la bienvenida a mi blog donde os enseñaré infinidad de destinos y planes viajeros para viajar con vuestros pequeñ@s.
Ojalá os guste mi nueva versión de mamá viajara y os quedéis conmigo para disfrutar de nuestras aventuras.
Por mil viajes y kilometros recorridos con nuestr@s bebes/ niñ@s viajeros.
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